nada como
estar
haciendo
nada
sentir
el tic tac
de un reloj
el sonido
del ascensor
o una
canilla que gotea
pic
pic
pic
recordar
esa
sensación
de siesta a
deshoras
de vida por
delante
nada como
estar
haciendo
nada
sentir
el tic tac
de un reloj
el sonido
del ascensor
o una
canilla que gotea
pic
pic
pic
recordar
esa
sensación
de siesta a
deshoras
de vida por
delante
corolas
celestes
violetas y
blancas
se lucían
orgullosas
engreídas
esbeltas
a un
costado del cantero
se burlaban
de los
azahares y los laureles
donde hay
hortensias
las hijas
mujeres no se casan
dijo mi
madre que dicen
las arrancó
lágrimas
celestes
violetas y
blancas
regaron el
jardín
azabaches
corceles
galopando
a la orilla
del mar
levantando
espuma
y arena
destrozando
con sus cascos
almejas y
cangrejos
se enardece
el sol
enrojece
las pieles desprevenidas
de los
jinetes
chocan las
aguas
se
encabritan los deseos
lloro
pataleo
grito en silencio
quedé vacía
de hablar
donde no había eco
de explicar y
explicar
cuando nadie quiere
entender
y ahora
de a poco
un balcón me muestra
árboles y sol
un patio que nadie
usa
cerrado por
melancolía
o por vecinos
desconfiados
me invita a preguntar
y esperar
el silencio es varias
veces interrumpido
por una heladera
vieja y protestona
o por la alarma de
dos ascensores
que avisan urgentes
que hay que cerrar la
puerta
que ya es hora
de encontrar
quién soy
qué quiero