miércoles, 23 de junio de 2021

Gorda

 Soy gorda.

Siempre lo fui.

La gente no lo entiende. No sabe lo que es tener varios talles de pantalones en el placard, para las distintas formas que adquiere tu cuerpo, que se estira y se afloja según la ocasión y la dieta de turno, dejando un reguero de estrías, como un estigma, la huella de tus debilidades, de tu incapacidad para ajustarte a la norma.

“No sos gorda, estás gorda”, dicen los que te quieren ayudar, pero en realidad es que no se bancan que seas así, gorda. Te quieren sumisa, no te aceptan como sos, no aceptan que te salgas de la hegemonía de los cuerpos.

Soy gorda.

Puedo estar flaca, alguna vez y con mucho esfuerzo.

Soy gorda.

Es mi esencia, es lo que soy, lo que viví de chica, cuando para todos era chochan, ballena o cerdo. Y lo decían sin pudor, sin que se les cayera la cara de vergüenza. Y la vergüenza la sentía yo. Pero ya no más.

Sobreviví.

Algunos no. Se suicidaron. La anorexia es una forma de suicidio, de querer desaparecer. Ayer me contaron de una chica que dijo que prefería morirse antes que ser gorda, porque no era lo suficientemente fuerte para aceptar todo lo que ser gorda implica en esta sociedad que vivimos.

Yo soy fuerte, parece. Aunque no siempre me sienta fuerte.

Lo que tiene que vivir un gordo solo el que es gordo lo sabe.

Pero quiero avisar algo: yo puedo adelgazar. Incluso puedo estar flaca un tiempo. Quizás algún día hasta pueda sostenerlo. El famoso “mantenimiento” del que hablan todas las dietas a las que someto mi cuerpo, pero sobre todo mi mente, que cuenta calorías a lo tonto. Y sí, estoy flaca, pero me pregunto si eso es salud.

Mis vivencias son mías y no me las saca nadie. Gracias a eso, a la agresión que sufrí de parte de distintas personas “por mi bien”, es que soy quien soy hoy. Una persona que lucha contra los prejuicios. Muchas veces propios. Yo también caigo en la fantasía de que tener un cuerpo hegemónico es lo correcto, aunque el mío no lo sea; y encajar se me hace imperioso. Para bien o para mal, no encajo. Es lo que soy.

Puede que alguna vez me veas flaca, pero siempre voy a ser gorda. Seguramente no te guste. Seguramente te preocupe mi salud, incluso si mis estudios dan bien. Incluso mejor que los tuyos. Y de todas maneras insistas, porque no te entran las balas y no hay explicación que te haga modificar tu gordofobia.

Aunque esté flaca, soy gorda.

Siempre lo voy a ser.

Es mi vida, mi historia.

Soy gorda.

Y a mucha honra.

domingo, 13 de junio de 2021

Domingo pandémico

 

Estoy  enamorada.

Del amor.

Odio el odio.

Me da tedio el hartazgo y me quejo de los que se quejan.

No los aguanto.

Me hago amiga de la amistad y la festejo en una gran fiesta por Zoom, a la que no invito a nadie, porque quiero desconectarme de toda conexión.

Me aíslo en mi soledad y doy manotazos de ahogado en esta marea pandémica que quiere hundirme bien hondo, pero braceo y pataleo como una condenada a la vida.

Salgo a la superficie escupiendo agua salada a la que no le siento el gusto.

Me paranoiqueo en la paranoia.Me doy cuenta de que acaba de pasar otra semana, de que los que estamos, estamos vivos; y que la vida sigue, a pesar de los muertos.