Mi cuerpo
es un mar embravecido
que alberga
el recuerdo de tus manos
Me
cosquillean los pies
las piernas
La cintura
se hunde
en un
tsunami sentimental
de salvajes
olas
Quiero
desplegar las alas
como las
velas de este barco
del que tomé el timón
Ya era hora
Y saber
al fin
que llegué a buen puerto
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