El cerebro
avecina tormenta
Tiene miedo
Observa nubarrones
de sesos grises que se inflan
tratando de
retener el agua
Parece que
logra aquietar la borrasca amenazante
Entonces me
acomodo
a soñar
bosques y playas caribeñas
Pero el
corazón galopa agitado dentro de la caja torácica
presiente
la vorágine
el huracán
Quiero amainar
los nubarrones que me invento
En
cualquier momento el agua sale a chorros
de la
represa
Inunda los
pulmones
Y yo me
quedo
anegada
en el barro
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