Tu boca me
susurra
el
recorrido
que
imaginan tus manos
Mi piel
escucha
ansiosa
Saborea
cada palabra
adelantándose
al goce
de tus
promesas
Tu boca me
susurra
el
recorrido
que
imaginan tus manos
Mi piel
escucha
ansiosa
Saborea
cada palabra
adelantándose
al goce
de tus
promesas
El grito
silencioso
La sonrisa
sofocada por la lágrima
que intenta
no salir
contenida
en un
rictus
payasesco
Silencio
espeso
cargado
que augura
chaparrón
Tarareo melodías
sobre la chicharra impaciente
de la puerta abierta del ascensor
Mi mente sobrepasada ya no se engancha en la demanda eterna
Ya no responde a los insatisfechos de siempre
La puerta del ascensor se cierra
La chicharra se calla
Mi mente se relaja en la meditación
que da
al pulmón de manzana
Un sillón blanco
acomoda mis ideas
y mi cuerpo