La
prepotencia se mete
por todos los intersticios
de mi mente
colapsada
Busca la manera de llegar a mi puerta
sin
ser invitada
Golpea
con los puños cerrados
Golpea y
golpea
Su insistencia en ignorar mi deseo
se me
derrama en vómito
desde las tripas
Me vacío de todo
malestar
hasta quedar agotada
respirando tranquila en el
piso del baño
al lado de los escupitajos
que lancé
en
mi defensa
Logré bajarle el volumen
a su voz
estentorea
demoledora
Me falta dejar de
escucharla
dejar de darle entidad
a su desprecio
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