Arranco de raíz la maleza
que obstruye mi memoria
Escupo el veneno
que mi bilis
ya no logra fermentar
Sacudo cascajos
Sano cicatrices
las pulo hasta hacerlas nácar
las alzo como escudos
Ahora mi piel respira
un aire sin tu nombre
y en este silencio nuevo
mi pulso es un tambor que late
sereno
imparable
No hay comentarios:
Publicar un comentario