domingo, 3 de octubre de 2021

La madre

 

El día que encuentre a la persona que me puso ese nombre tan obvio y pelotudo la cago a trompadas. ¿Y cómo me hicieron? Desnuda y con un bebé en brazos. Unos cráneos, la verdad.

Los pibitos se me trepan a la otra pierna, y se ponen como otro bebé, como si con uno no me cansara. Algunos me tocan las tetas y se ríen. Uh, qué gracioso. Espero que de la risa te caigas al piso, mocoso atrevido. Los adolescentes se sacan fotos haciéndose los que toman leche de mi pecho. Algunos boludos grandes también. Patéticos.

¡Qué madre más fría!, dicen. Y sí, ¿qué esperaban? Me muero de frío en invierno y de calor en verano. Me cagan las palomas. Ni siquiera soy famosa como el príncipe feliz. Él también la pasaba como el culo, pero por lo menos Oscar Wilde lo inmortalizó en un cuento. Yo ni eso tengo.

Qué, ¿ya terminó la sesión y me tengo que ir? ¡Pero lo único que falta! ¿Qué más quisiera? ¡Andate vos! ¿No ves que yo no puedo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario