jueves, 27 de junio de 2024

No va más

 

Sentado en una mesa frente a la ventana, Luis miraba la lluvia. Lo habían atendido pésimo. Terminó  la segunda lata de cerveza sin lograr su objetivo de olvidar a Laura. Tuvo ganas de ir al baño por cuarta vez, eso sí había logrado con la cerveza.

Ya se quería ir. ¿Dónde estaba el mozo?

La pareja que estaba sentada en una mesa cerca lo tenía obsesionado. Estaban sentados uno frente al otro, sin hablarse. Los cafés sin tomar se enfriaban en la taza.

Recordó las veces que con Laura habían estado así, esas salidas para revivir lo que irremediablemente estaba muerto. Si conocía él ese silencio de cementerio. Encima el labial de la chica le recordaba que a Laura también le gustaban los colores intensos.

Tenía irse de ahí. Le hizo señas al mozo, que pareció ignorarlo. Luis resopló. Volvió a mirar la mesa de al lado.

La mujer hizo un amague de decir algo y Luis imaginó las palabras: “esto no va más”.

La escuchó decir: “está bien, pongámosle Pedro”.

Los vio tomarse las manos. El muchacho se levantó, se arrodilló al lado de ella y le besó la panza. Los dos sonrieron.

Luis primero se rió. Luego las lágrimas cayeron, ya no de risa. Se limpió la cara rápido.

Al fin el mozo trajo la cuenta.

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