lunes, 23 de diciembre de 2024

Subo

 

Por una escalera caracol

retorcida

como algunos lugares

de los que me voy

de a poco

como puedo

 

Las piernas pesan

Pero subo

 

A medida que se me hace hábito

se siente menos empinado el camino

menos agobiante

Cada vez más lejos

de moluscos salvajes

babosas envolventes

y lenguas viperinas

 

Voy a llegar

lo sé

a ese cielo

que tanto busco

de nubes blancas

 llevaderas

sin tanta tormenta devastadora

 

 

lunes, 9 de diciembre de 2024

Intimidad

 

Tu piel

mar de madrugada

que invita

a adentrarse en la vorágine

de arrebato y sal


La adrenalina

de ver el horizonte inmenso más allá

corta la respiración


Y más acá

bien adentro mío

la confianza

de que vas a devolverme a la orilla

suavemente

jueves, 28 de noviembre de 2024

Limpieza

 

¿Querrá la Flor de Loto

crecer en el medio del fango?

¿Será que es bella por eso

o a pesar de eso?

Lo cierto es que a veces

es necesario

meter los pies en el barro

Hundirse bien al fondo

hasta rendirse y soltar toda expectativa

Embarrarse bien bien

Chapotear

Jugar como los chicos

 

Después un buen baño

El agua cae sobre el cuerpo

Se desliza hasta el suelo

en una cascada marrón que se escurre

burbujeante

por el desagote

 

Nos debemos

más temprano que tarde

encontrar

un lugar bien nuestro

con menos lodo

martes, 26 de noviembre de 2024

No todas las nubes anuncian tormenta

 

Acostada  en el pasto

juego a encontrarles  formas

a las nubes

Perros

Jirafas

Ovejas

Manos gigantes que juegan

con pelotas de copos de algodón

 

Adoro la despreocupación

que ostentan

algunos

Yo también quiero

vivir en las nubes

En esa levedad etérea

 

Voy salticando

entre nubarrones escalonados

Un sofá blanco de nimbo me espera

en medio de la bruma

Recuesto los brazos a los costados

 sobre dos nubes pálidas

Mis pies se relajan

El cielo acompaña

lunes, 25 de noviembre de 2024

Desenredo

 

No dejar

que la maraña

enmarañe

Desarmar la madeja

Devanar el caos

 

Formar

ovillos naranjas

violetas

azules

 

Entretejer

coloridas texturas

que abrazan

alegran y confortan

domingo, 24 de noviembre de 2024

Travesía

 

Quiero viajar

a donde me lleve el viento

 

Mis rulos bailando con la brisa

Tu mano en mi rodilla

Los mates compañeros

 

La ruta

va quedando atrás

mientras nosotros avanzamos

 

El paisaje acompaña

como una película

de árboles verdes

 vacas y caballos

algún cableado a lo lejos

 

Nos miramos y el aire se llena de sonrisas

Vamos

por buen camino

La magia de lo posible

 

Un temblor esencial me impide

el trazo fino

La mano intenta

forrar cajas y cuadernos

de hijos en edad escolar

Hay tutoriales

dicen

los habilidosos

No entienden

que mi cerebro no logra

comunicarle a mi cuerpo

lo que tiene que hacer

 

Mis hijos se acostumbran a cajas abombadas donde no deberían

Y a papeles arrugados donde la lisura es condición

Las maestras se resignan

a mi talón de Aquiles

mi discapacidad manual

mis brazos temblorosos

que derraman agua caliente fuera del mate

y dejan caer fuentes con ensalada rusa

que estallan en el suelo

desparramando vidrios, papas y mayonesa

 

La cursiva da pelea y gana

Mis manos tembleques crean mundos sobre el papel

Imágenes salen de mis dedos

que empuñan con firmeza

la birome

La escritura me rescata

Me permite

describir la sutileza

de lo pequeño

Encontrarle la cadencia a cada momento

Sin ansiedades

lentamente

Escuchar

el borboteo del agua

subiendo

desde la pava eléctrica al termo

el cris cris de la tapa a rosca

anticipo de mates

amargos

calientes

lavados

como me gustan a mí

 

Observar

el caer de una pluma

girando

hasta llegar al suelo

y ser atrapada

por la zarpa de una gata

 

Sentir

el calorcito al acercar

la cola a la estufa

El olor de la hilacha del pulover

que muere lentamente

sobre el fuego

 

Saber

que mis manos tienen la magia

de lo posible

jueves, 21 de noviembre de 2024

EL FUEGO PURIFICA, EL AGUA LIMPIA

 Las llamas tiñen de rojo el cielo

Heridas ya cerradas vuelven a sangrar

La purga es necesaria

Hay que arrojar al fuego

lo que ya no sirve

Una hoguera que danza

al son de los desechos crepitantes

que como hojas de otoño

se van chamuscando

se arrugan

se retuercen

y finalmente callan


Gotas de lluvia devienen tormenta

que lleva las cenizas al mar

Altura

 

Atravesar

espinas y cardos venenosos

Agarrarse fuerte de las piedras

Trepar

hasta que el camino

se convierte en pradera

Inhalar  el aire puro

la calma de haber dejado atrás la ponzoña

Disfrutar

al fin

la montaña y el viento

lunes, 18 de noviembre de 2024

En carne viva

 

Llamaradas dispersas amenazan

el aire a mi alrededor

Intento apagarlas

pero solo cuento

con tapitas de botellas

El humo sofoca toda lucha

Las quemaduras

al principio son solo molestia

que se profundiza cuando cae la tarde

A la noche no soporto las sábanas

Te veo venir al fin con un balde

de nafta

que arrojás

sobre los escombros sobrevivientes

Te veo prender un fósforo

Gritás que estás cansado

Yo estoy

en carne viva

jueves, 7 de noviembre de 2024

Parciales

 

El ruido que hace el resaltador sobre el texto que estoy estudiando le llama la atención a mi gato. De un salto que me sorprende se sube a la mesa. Estruja su hocico frío contra mi mano derecha, como si quisiera saber qué estoy subrayando. Yo subrayo todo. La primera lectura subrayo con lápiz; la segunda, con resaltador amarillo; y esta, la tercera, con verde. Resaltadores fosforescentes. La cuarta lectura es imposible después de todo ese pastiche.

Ahora el gato enloqueció. Corre como un endemoniado por toda la casa. Se afila las uñas en las sillas. Corre otra vez. Se afila las uñas en el sillón blanco, adquirido hace poco y ya arruinado por los estados de humor erráticos del felino.

Pienso que debo dejar de estudiar y calmar al gato. Pienso que no debo usar al gato como excusa para dejar de estudiar.

Pienso que de repente se hizo silencio, salvo por la chicharra del ascensor que suena, como siempre, para que nadie deje la puerta abierta. El tema es que apenas abrís ya empieza a sonar. Yo ya la tengo incorporada, la gente que sube por primera vez se sorprende de lo pronto que suena. Todos los vecinos se quejan, pero la alarma es parte del folclore del edificio, igual que las quejas.

El gato ya no corre. Está acostado en el sillón mientras me observa, con una tranquilidad pasmosa. Ni rastros quedan del demonio de Tasmania que tiraba adornos de mi biblioteca hace apenas segundos.

Agarro el resaltador verde y sigo leyendo.

 

martes, 5 de noviembre de 2024

Punto de fuga

 

Rejunte de locos

rotos

perdidos

Mi cabeza no quiere

estar ahí

Fantasmas hambrientos

Perros con máscara de lobos

y colmillos chorreando saliva

Gargantas gélidas

provocan

fuegos que arrasan bien adentro

 

Corro

Esquivo todas estas flechas

paralelas que apuntan

a mí

y caen

inertes

en el pasto negro

de la noche

lunes, 28 de octubre de 2024

Sordera ciega

 

Me ahogo

            me hundo

me sofoco

Paniqueo de ataques

Me ataqueo de pánico en la sordera lacerante que insiste 

en no registrarme

en mantener un contacto que ya no quiero

 

Es desesperante

es violento

no es inocente

martes, 15 de octubre de 2024

Certidumbre

 

Lo que mi intuición sabía

me cayó como una estalactita

sobre el pecho

Se reveló quemante

con gusto a rancio

como churrasco reseco

 

Mi corazón en pausa

no se decide a fluir

con la sangre

 

Espera desesperada

Futuro incierto

 

Verdad en carne viva

Verdad al fin

Siempre mejor

que la incertidumbre

lunes, 9 de septiembre de 2024

Implacable

 

Me acurruco

en el huequito

de tu axila

Tu mano me recorre la espalda

De las rodillas hasta el hombro

siento

un cosquilleo

de bienestar

implacable

domingo, 1 de septiembre de 2024

Equilibristas

 

Sereno es el abrazo

que nos encuentra

al final

del día

 

Refugio

de mar en calma

en medio del huracán

 

Remanso de ilusiones encontradas

donde nos perdemos con gusto

lunes, 26 de agosto de 2024

Presentir

Tu boca me susurra

el recorrido

que imaginan tus manos

 

Mi piel escucha

ansiosa

Saborea cada palabra

adelantándose al goce

de tus promesas


miércoles, 21 de agosto de 2024

Desenlace

 

El grito silencioso

La sonrisa sofocada por la lágrima

que intenta no salir

contenida

en un rictus

payasesco

 

Silencio espeso

cargado

que augura chaparrón

sábado, 3 de agosto de 2024

Cotidiano

 

Tarareo melodías

sobre la chicharra impaciente

de la puerta abierta del ascensor

Mi mente sobrepasada ya no se engancha en la demanda eterna

Ya no responde a los insatisfechos de siempre

La puerta del ascensor se cierra

La chicharra se calla

Mi mente se relaja en la meditación

que da

al pulmón de manzana

Un sillón blanco

acomoda mis ideas

y mi cuerpo

sábado, 27 de julio de 2024

Bella indiferencia

 

El gato me mira

Quiero hablar con él

Explicarle esta sensación de nada

que me brota

del estómago

Este necesitar y no saber qué

Esta angustia incontenible

de haberme dejado pisotear por demás

Este deseo de ser libre en mi cabeza

Una libertad interna

más allá de todo mandato o imposición

 

No logro hacerlo

el gato ya mira para otro lado

indiferente

Hogar

 

Quietud placentera

mi lugar

La tranquilidad de estar

donde elegí

 

Mi niña interior

junto con mi hija

disfrutan la paz

que supimos

crear


Desasosiego

 

Los cimientos

que creía firmes

cayeron en avalancha

sobre mi tranquilidad ficticia

Tuve que arrastrarme entre escombros

 

Me arrojé a unos brazos

que hoy tienen prohibido

acercarse

a mí

 

Seguí

contra viento y marea

contra todo pronóstico

contra mí misma a veces

y mi deseo constante de abandonarlo todo

de hundirme

entre las piedras

domingo, 30 de junio de 2024

Dos minutos, toda una vida

 

Le aprieto fuerte el brazo, lo único que pude agarrar mientras lo veía deslizarse para abajo. Su manito chiquita y fría es lo único que veo, el resto del cuerpo cuelga del balcón mientras yo lo sostengo del codo. Esa mano fue lo primero que acaricié cuando me lo trajeron después del parto. Me gustaba acariciarle los deditos tan chiquitos, me daba ternura.

Lo estoy apretando muy fuerte, pero si no se me cae.

No me suelte, bebé, pero mire cómo salió al balcón todo desnudito. Hace frío, se va a resfriar solo con el pañal. Un segundo nomás me fui, para buscarle un pañal nuevo. Y ropita, porque estaba refrescando. Quién me iba a decir que mi bebé, que siempre es tan quietito, iba a pasar primero los pies, las piernas, y el resto del cuerpo. No entiendo en qué momento pudo pasar la cabeza por debajo de la protección de balcón. Lo único que sé es que no tengo que soltarlo. Pase lo que pase, tengo que aguantar. No sé cómo hacer para subirlo.

El pañal y la ropa que le traje se me cayeron al ver a mi bebé colgando.  Tengo que resistir. Ojala Carlos llegue pronto y me ayude. Él tiene fuerza, lo va a poder rescatar. Si no se enoja conmigo por descuidada. Todavía tengo los moretones de la última vez que se enojó. No, mejor que no venga, hace como dos semanas que ni aparece igual. Somos nosotros dos nada más, bebé. 

Lo tengo bien agarrado de la muñeca, no sé por cuánto tiempo más. Ya no aguanto, estoy muy cansada.

Perdone, bebé, a su mamita, que no lo supo cuidar bien.

Se me resbala, ahora lo tengo de la mano. Me aferro a esa manita como un náufrago a un tronco.

Ayuda diosito. Si mi bebé no se cae prometo cuidarlo más. Lo juro. Por favor diosito, que  no doy más.

viernes, 28 de junio de 2024

Incontinencia

 

Quiso ir al baño a hacer pis, no se pudo levantar. Se largó a llorar en medio de esa cama que ahora le quedaba grande. Tenía la cara húmeda y los ojos hinchados. Se destapó con fuerza, hacía calor. Y esas sábanas de flores rojas y broderie en el borde le recordaban que Laura ni siquiera había querido llevarse sus cosas.

No supo cómo había llegado hasta un bar a ahogar su penas en alcohol.  Cerveza con maní había pedido, no recordaba cuántas veces. Ni cuánto dinero había gastado, sospechaba que bastante. No tenía idea de cómo había vuelto a su casa. Ni cómo había llegado hasta la cama. Lo único que tenía claro es que la vejiga parecía que le iba a explotar.

Se pellizcó el pito a ver si así lograba aguantarse. Ya no sabía cómo hacer. Había leído que con el pene erecto era imposible hacer pis. Agarró su pito flácido, pero no logró que se le parase, y eso que le puso onda; las ganas de orinar anulaban cualquier otra cosa. Probó pensar en Laura a ver si eso lo incentivaba un poco. Fue peor. Comenzó a sollozar. Intentó nuevamente y sin éxito remontar lo irremontable. Ahora además de ganas de mear tenía hipo.

Tirado en la cama miró hacia el baño, que a lo lejos parecía reírse de él. Ya no aguantaba más. Pero le pesaba el cuerpo, cuando  se movía se mareaba. El techo daba vueltas. Demasiada cerveza. De repente, vomitó amarillo y lechoso. Logró que el líquido no cayera en la cama. Quedó un charco inmundo desparramado en el piso. Menos se iba a levantar ahora, a ver si pisaba su vómito, lo que le faltaba.

El chorro de orina escapó incontenible, la lluvia dorada mojó el estampado florido de las sábanas. Entre carcajadas gritó: “¡mirá como te riego las flores hija de puta!”.

jueves, 27 de junio de 2024

Melodía

 Cuando era chica, pensaba que mi abuela era muy alegre. La escuchaba cantar seguido. Después me di cuenta de que mi mamá también cantaba. La misma melodía. Todavía lo hace.

 Con el tiempo, me fui dando cuenta de que en realidad cantaban cuando estaban cansadas, o enojadas principalmente. Todavía no entiendo si era una imposibilidad de manifestar el enojo o una manera de transformarlo. O las dos cosas.

 Esta mañana me costó levantarme. Estoy muy cansada. Y triste.

Me preparé el mate y prendí la computadora.

Escuché esa melodía ancestral que me salió como un suspiro, o en lugar de un suspiro.

Yo también canto.

 

No va más

 

Sentado en una mesa frente a la ventana, Luis miraba la lluvia. Lo habían atendido pésimo. Terminó  la segunda lata de cerveza sin lograr su objetivo de olvidar a Laura. Tuvo ganas de ir al baño por cuarta vez, eso sí había logrado con la cerveza.

Ya se quería ir. ¿Dónde estaba el mozo?

La pareja que estaba sentada en una mesa cerca lo tenía obsesionado. Estaban sentados uno frente al otro, sin hablarse. Los cafés sin tomar se enfriaban en la taza.

Recordó las veces que con Laura habían estado así, esas salidas para revivir lo que irremediablemente estaba muerto. Si conocía él ese silencio de cementerio. Encima el labial de la chica le recordaba que a Laura también le gustaban los colores intensos.

Tenía irse de ahí. Le hizo señas al mozo, que pareció ignorarlo. Luis resopló. Volvió a mirar la mesa de al lado.

La mujer hizo un amague de decir algo y Luis imaginó las palabras: “esto no va más”.

La escuchó decir: “está bien, pongámosle Pedro”.

Los vio tomarse las manos. El muchacho se levantó, se arrodilló al lado de ella y le besó la panza. Los dos sonrieron.

Luis primero se rió. Luego las lágrimas cayeron, ya no de risa. Se limpió la cara rápido.

Al fin el mozo trajo la cuenta.

sábado, 22 de junio de 2024

Sutileza

 

Quisiera

saber describir la sutileza

de lo pequeño

Encontrarle la cadencia

a cada momento

Sin ansiedades

Lentamente

Poder describir

el caer de una pluma

girando

hasta llegar al suelo

y ser atrapada

por la zarpa de una gata

carey

Poder describir

el calorcito que se siente

al acercar

la cola a la estufa

El olor de la hilacha

del pulover

que muere lentamente

sobre el fuego

jueves, 30 de mayo de 2024

Ancestras

 

Convoco

a todas mis muertas

en la costa de mar y salitre

donde quiero terminar

mis días

 

Aquelarre

Reunión de abuelas

hijas

madres

chapoteando en la marea

de recuerdos

domingo, 19 de mayo de 2024

Neblina de domingo

 


No sé cómo lo hacés

Cómo encontrás

la palabra que me acaricia el pecho

me llena los ojos de lágrímas que arrastran la amargura

y alivian la angustia

Me sacás del torbellino de mis propios fantasmas

Y es que en medio del frío hacés salir el sol

Disipás mi neblina

de domingo

lunes, 13 de mayo de 2024

Rendición

 

No sé si estábamos listos para este sentimiento

que surgió del cuerpo

y se convirtió en compañía

complicidad

                                               por qué no amor

Por suerte

listos o no

nos zambullimos en esta locura

Nadamos sin descanso

en una sensación ambigua

de pertenecernos

y a la vez no

 

Costó aceptar lo evidente:

que éramos nosotros

y era juntos

 

Finalmente nos rendimos a lo que pasaba

 

Hicimos bien

al rendirnos

ganamos


viernes, 10 de mayo de 2024

Impulso

 

Desde lo más profundo del bajón

surge misteriosa

una fuerza repentina

imparable

que me devuelve las ganas

de vivir


Sonrío

Desde mi ventana

veo el sol