domingo, 2 de agosto de 2020

De cuando Sebas se va

Escrito junto con Nelson Silva

“No importa el lugar/El sol es siempre igual”.

Tal cual. Es así nomás. Hay situaciones en la vida que son previsibles. Uno sabe que el 21 de septiembre llega la primavera, que en diciembre hace más calor que en julio, y que si gobierna la derecha terminamos todos en el proctólogo.

A veces me pregunto las causas de ciertos comportamientos. Sobre todo de un amigo mío muy especial. Creo que se remontan a la vez que programé una canción que me gustaba en su equipo de música para que se repitiera y se repitiera, siempre la misma, y se la hice escuchar dos días seguidos. Me arrepiento muchísimo de haberlo hecho, porque ahora siento una culpa pesada como inodoro de Portland. Pero por lo menos en esa época sólo había cassettes. Ahora, sabemos que llega el 20 de julio y Sebas A. Quedar Sina Migos, como en una especie de conjuro, comparte el tema "Amigos" de los Enanitos Verdes.

Es tal el embelesamiento que tiene con ese tema que no puede pensar, queda como poseído en el tiempo y en la forma. Si bien todos los años le pasa lo mismo, es incontrolable el sentimiento, cuando llega la fecha y escucha la canción, la sensación de novedad lo invade. Se emociona y no puede más que compartir, como si lo asaltara una fuerza diabólica del más allá.

El tipo se entrega a la pulsión compartidora de la canción, está convencido de que ni Cortázar fue capaz de escribir palabras tan precisas. Bueno, capaz exagera un poco, no olvidemos que está como hipnotizado por el tema de marras.

Sus amigxs le huyen, ya están hartos de ser los destinatarios de sus efusiones amigueras. Saben que va dirigido a ellxs eso de "un amigo es una luz", y ya están, digamos, encandilados, a punto de que les salte la térmica si escuchan ese tema una vez más. “La luz que brilla en la oscuridad” ya les tiene hinchados los ojos, por decirlo finamente.

Los años anteriores le cortaron los cables del equipo de música. Se les fue un poco la mano con eso, porque el arreglo le salió un poco caro al pobre. Otra vez, le cortaron internet. Ya no sabían qué más hacer para demostrarle rechazo. Ni un like le ponían a la publicación, y hasta llegaron a bloquearlo de todas las redes del 19 al 21 de julio. Sebas casi se muere.

Desgraciadamente los perdonó. Desesperados, al año siguiente optaron por una solución drástica: prepararon un compilado heavy. Empezaron devolviéndole la Cortesía con Alberto Cortés y su tema “A mis amigos”. Luego, siguieron con artillería pesada: “Yo quiero tener un millón de amigos”, de Roberto Carlos. Y por si no le quedaba claro el mensaje que le querían transmitir, agregaron “El último amigo que me queda”. Si con Asspera no se daba por escarmentado, el pibe ya no tenía remedio.

Ahí fue cuando surgió la grieta entre los amigos. Algunos pensaban que pasar interminablemente esos tres temas ya era castigo suficiente, y otros eran partidarios de agregar varios más. Finalmente, decidieron dejar esos tres nomás. Sebas con un solo tema lo lograba, así que con eso estaba bien.

Al principio parecía que el tiro les había salido por la culata, porque nuestro héroe quedó encantado con el regalo y ponía esos temas una y otra vez, a todo volumen, para horror de vecinos y allegados. El tipo sentía que tiraba la casa por la ventana, estaba en éxtasis.

Pero nadie podía predecir lo que finalmente sucedió: uno de los amigos, que no estaba conforme con dejar esos tres temas solamente, a último momento y sin consultar, agregó “Te llevo en el corazón” de Marciano Cantero. Esto provocó que los marcianos se alejaran aturdidos ante semejante despliegue musical, por lo que los avistadores de ovnis se suicidaron en masa al desaparecer su razón de existir. Los canteros, por su parte, quedaron vacíos, porque hasta las flores se marcharon.

Fue demasiado, incluso para nuestro amigo, que esta vez, en lugar de tirar la casa, el que se tiró por la ventana fue él, al grito de: “volveré y seré lamparita” (por lo de la luz, sus metáforas eran como su gusto musical).

Los amigos siempre consideraron lo ocurrido como un caso de justicia poética. Sin embargo, cuando llega el día del amigo, por la noche, todos ponen el tema y miran las estrellas, mientras cantan con encendida pasión que "Sebas es esa luz brillando en la oscuridad".

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