Amor mío:
hace tiempo que vengo
escribiendo esta carta. Escribo y borro. No logro decidirme. Encima no
encuentro la manera adecuada para transmitirte lo que quiero. Odio la idea de
hacerte sufrir, aunque tampoco veo la forma de que eso no ocurra.
Y creeme que yo también
sufro. No es fácil para mí, te lo puedo asegurar.
Ya no te amo. Tardé en
reconocer esta fatalidad que me cayó como un rayo en medio de la tormenta. Sí,
es así. No sé cómo pasó. Ni en qué momento. Supongo que el transcurrir del
tiempo y la monotonía que se apropió de nuestra vida contribuyeron. No es fácil
la convivencia, lo dicen todos. Yo creía que a nosotros no nos iba a pasar
nunca, pero se ve que nadie está exento. Y a veces hay que rendirse ante la
evidencia y aceptar, por mucho que nos cueste y nos duela, que la sabiduría
popular, como su nombre lo dice, es sabia.
No sé si a vos te pasa lo
mismo, aunque por momentos sospecho que así es.
Nos observo a los dos y veo
la misma mirada de hastío, de aburrimiento letal.
Los chistes que hacías al
principio me encantaban, me reía mucho con vos. Hoy te encuentro repetitivo y
hastiante, hasta el punto de que te veo abrir la boca y ya me pongo de mal
humor.
Lo mismo me pasa cuando te
veo comer, hasta me molesta el ruido que hacés al masticar. Temo llegar al
punto en que hasta oírte respirar me moleste. Por eso creo que es el momento de
tomar una decisión drástica, para guardar los buenos momentos, que fueron
muchos.
Al principio salíamos un
montón, al teatro, a cenar, con amigos. Hasta que de a poco te fuiste
achanchando y decidiste que estábamos mejor solos y en casa. Bueno, vos estarás
mejor. Yo me aburro soberanamente.
Otra cosa, que seas un
tacaño me molesta bastante. Pero el problema es que sos tacaño hasta para
coger. No das nada de vos y pedís todo. Y una vez que obtenés tu propia
satisfacción te das vuelta y te dormís, y yo me quedo ahí, frustrada y con
ganas de matarte. No sabés cómo te odio en esos momentos. Y el problema no es
que eyacules rápido y que todo acabe, paradójicamente, cuando acabás vos. Tuve
otros novios así, pero que le ponían una onda impresionante y la pasábamos muy
bien. No es este el caso, con vos la
paso para el orto, perdoname que te lo diga.
Tampoco está bueno que vivas
comparándome con tu madre. Y mucho menos que yo siempre salga perdiendo en la
comparación. Te lo digo para que lo tengas en cuenta a futuro, conmigo ya fue.
Largá el Edipo de una vez o quedate a vivir con ella y sean felices sin
molestar a otras personas.
Ni hablemos del tema de
refregarme a tus novias anteriores todo el tiempo. ¿Dónde aprendiste a tratar
mujeres vos? ¿Te enseñó Baby Etchecopar?
Espero que no te caiga mal
lo que te digo, y que entiendas que lo digo por tu bien. Solo quiero tu
felicidad.
Por último te digo que no
trates de convencerme o de decirme que vas a cambiar, como dejaste entrever en
alguna oportunidad. Si lo hacés, que sea por vos, yo ya tomé la decisión. Te
deseo lo mejor y quiero que sepas que estos hermosos tres meses que pasamos
juntos quedarán guardados por siempre en mi memoria.
De veras lamento que no haya
funcionado.
Siempre te recordaré con
cariño.
Analía Rinraje de los
Salecorriendo
PD: no quiero que te enteres
por otros, así que prefiero decírtelo yo misma y que te enteres por mí: conocí
a tu prima y nos enamoramos. No parecen de la misma familia, ella es un volcán
en erupción y me satisface en todos los sentidos. No sé si me hago entender.
Mañana me voy a vivir con ella. Así que nos seguiremos viendo en las fiestas
familiares. Por lo que esto no es un adiós sino un hasta luego. ¿No es genial?
¡Las vueltas del amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario